lunes, 9 de diciembre de 2013

@ msemilymccombs

Oye, tú.

Te veo por ahí, mimado en seda y algodón, metido dentro de faldas y pantalones, o simplemente aleteo en la brisa, ya que riza el pelo. O tal vez usted no tiene ningún pelo, o simplemente un poco de mechón de pelo como un bebé recién nacido, o quizás usted tiene una cara de Hello Kitty o las iniciales de su abucheo afeitado allí. No sé que todos ustedes específicamente. Pero sí sé esto: Eres todo bien.

Usted ve, yo recibí una carta recientemente de una mujer que estaba preocupado de que su vulva puede ser "demasiado gordo". "Tuve relaciones sexuales con mi novio por primera vez hace un par de semanas y no podía orgasmo. Estoy gordo y tener los labios muy hinchados," dijo ella. "Es mi novio no orgasming porque soy demasiado grande o que es demasiado pequeña?" JA JA JA, me reí para mis adentros, y pensé en un tono Wonka-como, "CHICA QUERIDO, No hay nada de malo en la vagina en absoluto."

Tengo una vagina de grasa, y te puedo decir por experiencia personal que es adorable! Mi vagina se ve como un pequeño pez globo gordito. De hecho, una vagina es muy parecido a uno de esos exóticos pez globo que podría crecer de repente picos o disparar una especie de baba tóxica en su cara. Tiene todos estos pliegues y bolsillos. Es como un museo - se puede pasar todo el día allí y no ver todo. Vaginas son increíbles! Pueden disparar a los bebés, ocultar la cocaína, aperitivos tienda en viajes largos.

Específicamente, usted (la vagina leyendo esto) es genial. Te ves muy bien, estás formaste grande, huele muy bien. Eres un gran tamaño y un gran color. Te quiero.

Estoy AFRONTAR esta carta para vaginas gordas, delgadas vaginas, vaginas blancas, rosadas, vaginas vaginas marrones, grandes, pequeñas vaginas vaginas, vaginas húmedas, vaginas secas, vaginas llenas de baches, vaginas con labios grandes disquete y vaginas que son una especie de cerrado para arriba como una concha de almeja, vaginas que la eyaculación y vaginas que sólo quiere que lo dejen solo. Vaginas con cosas en ellos y vaginas vacíos. Hoo tiene y castores y cajas y coochies y chochas y coños y coños y sí me doy cuenta de que en realidad llama vulva y Minges y las orejeras y los coños y retazos, fragmentos gloriosos. Eres todo lo cálido y acogedor y te hacen excelentes lugares para un animal bebé para acurrucarse y dormir una siesta. Estoy tan emocionada pensando en ti!

Y sólo porque las únicas vaginas la mayoría de nosotros nunca vemos son Phoshopped y Liabiaplastyed hasta que parecen gatos Yoda sin pelo (también un tipo encantador de la vagina, pero en realidad, una cierta diversidad) no significa que haya algo malo con hermosa, maravillosa. ¿Por qué, cualquiera estaría encantado de verte! Me gustaría alinear a todos en un hermoso arco iris vagina, como las manos de todos los Estados Unidos, pero con vaginas.

Además, un gran sabor.

Los hombres y las lesbianas tanto rectas, si estás leyendo por encima del hombro de una vagina, por favor, decirle a la mujer en su vida que usted ama a su vagina, o por lo menos que no se podía importar menos lo que su vagina se parece. Debido vaginas nunca lo hicieron mierda a nadie, ¿sabes? Ellos no merecen ser escondido, avergonzado, avergonzado o comparación con un "Predator". Y la próxima vez que tengo una carta de una mujer que quiere saber si hay algo malo en su vagina, sólo voy a enviarla de aquí, así que deja tus buenos deseos de la vagina en los comentarios.

Hablamos más tarde la vagina! TTYL! LYLAS! Lo sentimos tan corto. Manténgase Sweet.

xo

Emily

Puede encontrar más información sobre @ msemilymccombs la vagina 'en Twitter.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Poeticamente

Me dijo, es imprescindible que veas la película pasiones prohibidas, como una de ellas quiero ser, así me entenderás. 

Volví para decirle: 

"Nadie te amará como yo"

(pero ya todo estaba perdido)

poeticamente me miró

(y yo pensaba algo sobre como tristemente  diría, yo también lo creo así)
dijo: 

"¿Quién te dijo que quiero que me amen, yo lo que quiero es que me cojan ... y si es mejor que tú, pues que bien". 

- Plop!

viernes, 18 de octubre de 2013

Y?

Me preguntaba por que la rubia no volvió a llamarme.

Hasta antes de nuestro encuentro sexual, había sido atenta, solicita, interesada... y no me acordaba que quizá mi desempeño en la cama fue lamentable.

Soy de esos que necesitan para inspirarse muchísimo tiempo, alguien me enseñó que no es nomás de meter y sacar un instrumento dentro de una cosa, duro y ya.

Es mi chiste, prolongarlo, pero para prolongarlo necesitamos tiempo y el tiempo en el motel vale oro.

No es ella, soy yo.

La traté como si nos estuviésemos concediendo un pedacito de chocolate, algo que no te lo devoras.

Sentí que lo disfrutamos, sentía los poros de su piel abiertos, los bellos de sus nalgas de puntitas.

Eyaculé sin avisarle, algo murmuraba que no escuché, debí decirle antes que no muy oigo del oído izquierdo y en  momentos como esos, menos.

Fuí al sanitario para traer el higiénico, algo que no previmos. Quise limpiarla y me dijo no así no es, me invitó a estar besándola.

Recostado a un lado de su cuerpo ví como con sus dedos se tocó frenéticamente la vagina, yo cerré los ojos a la espera de que concluyera.

Exhaló, suspiró, agradeció y me soltó.

Mi cuerpo presente, mi mente flotando.

Posteriormente se bañó muy rápido, al volver me dijo, sabes como estoy.

- cómo?

- ¡Mojada!.

Reímos, y abrazados vimos una película. Pero eso debió ser malo, no me lo dijo, pero eso estoy considerando.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Ella


La vi atrapando clientes desde el marco de la puerta de su habitación. Esa mujer que en la calle seguramente dirán a a su paso "Tronco de mujer". 

Bien trabajadas las piernas, abdomen plano, caderas tonificadas, piel dura, cabellera amazonica. 

Es para no creerse que esté aquí. 

Es para que no me lo crea yo, que soy absolutamente ingenuo. 

Portento de mujer, lo que diríamos un monumento. 

Sería la envidia hasta de las mujeres. 

Imagínate: 
La tomas por el talle, y sabes que es un océano donde naufragarán tus brazos. 

Es orgasmico sol o contemplar ese cuerpo. "Asquerosamente bello". 

¿De a cómo está?, le digo
- A cincuenta

Cincuenta sé que es la promesa, nunca será cincuenta. Es el truco, es el gancho, dicen cincuenta, pero dentro del cuarto la oferta se diversifica, y te ves obligado a tomar una opción que resulte mejor y más cara. 

Y, ya estoy dentro. 

Le pido me permita lavar las manos, la veo desvestirse prontamente. Bárbaro, y yo que vengo por un simple metesaca, pero eso que tiene merece otros verbos. 

Apostado frente a ella, envuelve mi pene en la capucha salvavida. . .  se pone de pie, curvea su espalda, abre un tanto sus piernas, me roza con su pubis, yo me sujeto a sus caderas, sintiendo que ya estoy dentro. Se tiende. 

No me ofreció ninguna otra opción como las anteriores, las que dicen, desnuda, cincuenta pesos más, oral, cincuenta pesos más, cada posición treinta. 

Vuelvo a tocarla, y percibo, algún tipo de aceite ha de ponerse, pienso va al gimnasio, tiene que ser que vaya, tiene que ser que sepa de disciplina, no es normal de gente sin hábitos aeróbicos. 

Suspiro. 

Estoy dentro, siento su carne abierta. 

Gozo. 

sin pasar menos de un minuto. 

El caldo de su cuerpo, me extasía. 

Los que vienen desde dentro, se agolpan .

Ya estoy lamentando que esté tan buena y que yo simple eyaculador

concluya, sin siquiera tres movimientos más. 

Le digo. 

¿Lo verás muy seguido así?
- si, responde
- es una enfermedad le digo
- no, es emocional. 
- no sé porqué asi, no me había pasado antes, tengo que curarme
- jaja, hay otros que apenas les he puesto el preservativo terminan. 
- oh vaya. 

Me alejo, satisfecho sí, pero relamiendo el placer que no duró. 

Piche cabrona, quiero dar una vuelta a la cuadra, y volver a pedir más de eso que tiene. 


jueves, 19 de septiembre de 2013

Venezia


"No te mortifiques por adelantado, si caes en mis redes es porque también sé lo que soy", me dijo un día la Rubia Venezia, que conocí desde niña y hoy es una mujer de treinta.

Nunca le prometí nada, yo era un adolescente y ella una niña, que iba a saber de amores. Pero la promesa no dicha y por tanto incumplida flotaba en el aire.

Más tarde se hizo mujer, tan mujer que muy pronto se casó y procreó un hijo.

Seguimos con esa amistad intermitente del saludo afectuoso cada año y con los halagos de que tal si tú hubiéses sido mi amor.

Aprovechaba para además de acariciar su mano, morder su espalda, lamer su oreja. Y ya, no dijimos un día se me dará la oportunidad.

Tiene ternura y encanto, además de bella es amorosa.

La distancia y cambio de rumbos en nuestras vidas, nos distanciaron más de lo que de por sí estábamos.

La semana pasada me contactó y dijo después de los respectivos saludos, necesito a alguien, quiero estar en algún lugar contigo.

- Mi vida y si te escapas conmigo 6 horas.
- ¿Porqué solo seis? dije.
- Porque solo seis me conceden un domingo por semana.
- Ok, hasta que se me va  a hacer, concluí.

Fuimos al café y sin demora a un motel.

Así lo acordamos en el facebook.

 Ya en la conversación me explicó que los domingos de cada semana, se queda sola pues el padre de su niño viene por él para tener  unas horas de convivencia.

Bello lugar encantado, cascadas artificiales en las paredes, música de fondo con botón regulador de volumen, amplia cama maciza, colchón king size, lámparas de luz discreta.

Le llevo cinco años y llevo una vida igual de complicada, solo al poner mi espalda en  colchón acojinado quise pedirle, durmamos solamente.

Pero estábamos ahí por otra cosa.

Pensé, henos aquí, aquellos muchachos que solo nos divertíamos con jugar a los amorosos y de ese lenguaje atrevido pasamos a los hechos 15  o 20 años después.

Nos besamos, nos hicimos el amor.

En el postacto, no pude decir nada, solo contemplar sus rosados labios aún excitantes, agradecer tanta belleza concedida en un instante, romper el mundo en un orgasmo.

Sabiamente iluminados, pasamos el resto de las horas viendo la tele, como si lo que acabábamos de hacer era lo más normal entre nosotros.

Sacó su cel y me dijo: este de ahí, es un ingeniero al que le traigo ganas.
Solo supe decir: orale que chido. Ven

Y, el encanto se tornó turbulento cuando dijo: no me estoy cuidando, si puedo quedar embarazada,pero no debo... no puedo tomar ningún medicamento, no sé porque no tomaste precauciones.

- solo me dejé llevar por el placer, musité.
- Ahí lo ves si pasa lo que pienso.

Nos despedimos, amorosos y afectuosos, beso de cachete y abrazo de hermanos.

Le llamé más tarde y su contestación fue cortés sin mayor interés.

Desde entonces no sé de ella.

Parece que no me conociera, yo también la desconozco.

Sospecho que tiene un buen entretenimiento.

Solo sé que se llama Venezia.



lunes, 8 de julio de 2013

Rubí



A media quincena, Rubí y yo, no teníamos lugar para nuestros encuentros, así que aprovechábamos la casa de nuestra amiga, una casa del siglo pasado con amplios jardines en abandonos y que nos parecían tan románticos y propios para ejercer nuestra intimidad.

En busca de más placer hasta gozar el trastorno buscábamos la forma de satisfacer todos nuestros impulsos  en el sexo.

En el carro, en el baño pero lo más atrevido, fue en la hamaca. - A plena luz del día y platicando con la comadre-.

Esperábamos a que cayera la noche y platicábamos, después alegando cosas por hacer o bien retirarse a su descanso Yesenia, nos dejaba a solas.

Cobijado por el manto que del tendedero más cercano bajé, me endulce con sus senos, desnudé con velocidad y con esfuerzos mayúsculos su cuerpo, hice también lo propio.

Ahí mismo en esa circunstancia tomamos vuelo, ritmo, el antojo de lo prohibido, el gusto por la novedad  nuestra  inspiración.

Justo ahí reapareció nuestra anfitriona, avergonzado cerré los ojos.

Envueltos en el cobertor trepados en la hamaca, las ganas de que oscurecieran no aguantaron a nuestras ansias hormonales.

Ahora que lo pienso  la señora Yesenia se habrá dado cuenta y se hizo la desentendida o  pretendía ver despreocupada hasta donde llegaba nuestra desfachatez.

Rubí que la tenía debajo, cínicamente se puso a platicar también,  destendidos, enrollados, envueltos entre sacando nuestros respectivos jugos.

La comadre hablando si de la carestía de la vida, que del clima, el domingo que no fuimos a la iglesia, el candidato que parece que va a ganar en la próxima campaña, yo entretanto haciéndome el dormido, respingando de tanto en tanto para no perder la erección .

Puede que (porque no veía a ninguna) cual cómplices las mujeres se estaban diviertiendo conmigo, haciéndome sentir  que la interruptora del coitus hamceucus, era una interruptora accidentada.

No hubo moral. Ni respetación.



miércoles, 22 de mayo de 2013

Nirvana

Tantas historias habían sobre ella, yo no tenía tiempo para oírlas. 


Y, entre más murmuraban, más era el deseo de comprobar si en realidad era tal cual lo decían: Fogosa. 

Llegada del país del ritmo, pasión y fuego: Honduras. 

Vivía en la orilla del pueblo sobre una colina, desde donde todas las tardes salía a esperar a su marido. 

18 años, según. 

Yo iba a verle, luego de que nos había dado café en una borrachera.

Pronto me dí cuenta que Nirvana tenía mucho tiempo por matar, le sobraba vida, vida que transcurría en la espera y el medio convivir con el papá de su niña de meses que un día o dos de la semana llegaba solo a dejarle algunos víveres, para volver a irse a atender su otra familia. 

Y que contaban de ella. 

Llegó de alma rebelde a los quince años, con la intención de irse a los Estados Unidos. Este municipio es el comienzo del trayecto, aquí algunos se quedan, al igual que ella, pues seducida por el dinero, empieza como mesera en una cantina. 

Debido a su belleza, Nirvana fue la manzana de la discordia entre las otras, que sintieron la amenaza de sus ganancias, el dueño la trataría mejor. 

Su marido la rescata, pero tampoco puede atenderla como se debe. 

Y, ¿yo?

Le hallé el gusto pues mi curiosidad ya estaba alimentada. 

En vez de entrar a la escuela, me iba a aprender lecciones de Fajes, I, II y III. 

Me llevaba ventaja en experiencia, pero eso era precisamente lo atractivo. 

Me dijo - ¿Y cuando te vas a animar a que te pase, lo que tu mamá no quiere que te pase conmigo? 

Tragué saliva y oculté mi miedo. 

¿Miedo a qué?

Me da risa, pero los nervios y esa sensación expectante de lo bello de lo desconocido, si me daba algo parecido al miedo. Me da gusto que me siga pasando actualmente, cada vez que conozco una mujer. 

Y sobre el oxidado camión donde nos besábamos, propuse que esa noche. 

- Esta noche a las once. 
- Es un hecho, dije. 

El problema era salir de casa.  Mi mamá me tenía vigilado, y no había oportunidad para estar fuera después de las ocho de la noche. 

Pero valía la pena intentar una oportunidad. 

Y el método para saber si no estaba acompañada sería el foco de afuera. 

- Si ves la luz encendida ni te acerques, pero si todo está a oscuras, toca la puerta y    me vas a hacer feliz. 
- Ok 
- No me vayas a dejar esperándote, eh!

Fue fácil convencer a mi madre, para sorpresa, me autorizó ir a dar mañanitas a una compañera de escuela, que efectivamente cumplía ese día, pero que yo por supuesto no iría. 

Tomé prestada la bicicleta de un amigo, y encaminé, pensaba... ¿Y si está apagada la luz?, madre  santa, me voy a orinar de miedo, miedo a la felicidad. ¿Y si está encendida?.. me regreso y no pasa nada, sigue a salvo mi integridad física, mi inmaculado instrumento de vida. 

A unos metros vi  que no había luz, reinaba la oscuridad, eso significaba que había pase directo. 

Nervios ricos, nervios de probar el fruto prohibido, literalmente. 

Los cuerpos tendidos, el de arriba torpe, la belleza horizontal paciente. 

No sabía si había que quitarme todo, o dejarme alguna prenda, por si había que huir en cualquier momento. 

- Quítate todo, dijo; "quiero tenerte entero, toma tu tiempo, pero no mucho".

Me subí. Era tal y como lo habían dicho, mucho y muy buen sabor, carnes duras rozagantes, movimientos bondadosos, energía fluyendo. 

Exploté antes de tiempo, apenas iba a decirme: "Yo te enseño". 

Se quejó de la prisa, "Mas tardaste en desvestirte". 

No podía pensar en algo, mi emoción estaba en flor. 

"La próxima lo harás mejor" dijo complaciente. 

Un beso tierno, y el regreso a mi casa... pensaba mientras pedaleaba,  esto es el amor, esto es, esto es, esto es, es obvio que cualquiera muera por hacerlo. 

Muy rico, pero...¿Así huele siempre?, puedo acostubrame. En cambio. 

domingo, 5 de mayo de 2013

Erika


"Me duelen ya los labios de tanto cojer contigo", me dijo cuando estábamos cenando en el puesto de tacos más cerca al viejo hotel a que visitamos solo dos veces, pues la tercera nos negaron la entrada por desachirados dijeron.

Con prisa caminamos al segundo de los tres hoteles que hay en Sesecapa. Nos reímos mientras nos desvestíamos y comprobábamos el estado de los colchones.

No hubo agua caliente, ni aire acondicionado, pero pues tampoco podíamos arriesgarnos a buscar en otro lugar, tal vez, no hubiese habitación disponible, o bien porque entre los dueños se comunicasen, y nos malrecomendara el dueño del "Adelita Suite". 

 Afanosamente buscamos el primer orgasmo de los 7 que era nuestra marca última. Lo primero es primero. 

¿Habrá sido el calor?¿El hambre?¿La verguenza de negarnos la entrada a nuestro rincón de amor?. Pero no hubo esa tarde la explosión de luz en mi interior, cual batracios sudorosos, pusimos pausa al exhaustivo encargo que nos acometía y aún con el vigor en nuestro cuerpo, nos separamos, para hacer algo más que intentar el climax. 

A esa hora me propuso ir a comer algo, dijo quizá te haga falta comer más. Salimos temprano por eso fue que encontramos abierto el puesto que otras veces estaba cerrado cuando nos acordábamos de comer. 

- Lo ves, si no te portas bien esta vez, la próxima tendremos que ir al otro hotel. Y recuerda que ya nomás nos queda una opción más.
- jajajajaja Tú, ya lo sabes, moderate.

Erika poseía un interés por el sexo, similar al mío; lo malo era cuando para estimular su satisfacción provocaba escenas de ira,  solo por gozar del placer de la reconciliación.

Lo suyo, era porque no la habían satisfecho en sus vidas anteriores.. "y en esta, si no es por ti, me quedaba también con ganas"

Sabíamos que no era para siempre, pero mientras pasaba la vida nos la queríamos acabar y si era posible con sexo mucho que mejor.

Ella de 37, yo de 25 años. Lo  nuestro más que compromiso era un pacto por el mutuo placer.
- Y, prepárate, porque me cuentan que a los cuarenta, las mujeres pedimos más.
- ...
- ¿Me escuchaste?

miércoles, 17 de abril de 2013

DÉBORA

La táctica de siempre, esperar a que la eligan.

La prisa por volver a atrapar a uno más.

El fugaz encuentro.

Sobresalía de entre todas por su juventud, la delgadez, un lunar en la mejilla derecha, al estilo de Marylin.

Ciertamente era la mejor.

Y en el momento de la entrega, la docilidad aparente a un principio y la carrera embrutecida por acelerar el fin, finalmente.

La conclusión: así es esto. ¿qué más se puede pedir?.

Semanas después cual cómplices, bastaba una mirada para que acudiese prontamente a su habitación, dónde yo la esperaba.

Reflexioné que era muy breve el tiempo de relación, pero me resultaba imposible contenerme.



No pregunté mucho sobre su pasado. Veintidós años, originaria de Guatemala. Dos hijas menores.


Supe donde vivía, y a veces pasaba como por descuido a ver si la encontraba y podía llevarla en mi coche, a cualquier lugar.


Me gustaba, y mucho.

Imaginé que pasaba un fin de semana con ella de forma distinta. Le compraría un traje a su medida, fino, iríamos de paseo, nos divertiríamos, cine, playa, restaurant.

Me pasa eso continuamente, aunque no lo he hecho.

Por la prisa dejó de interesarme, estaba bien que fuese así para ella, no para mí, un cliente con ganas de ser especial. Deseaba elegir a alguien distinta, pero siempre ella ganaba por su frescura y sus atavíos insinuantes.

Al salir pensaba es una profesional, no puede hacer mejor su trabajo, mejor sería un error.

Y, cual esclavo que cede ante la tiranía de su belleza, mansamente volvía cada cierto tiempo a sus terrenos.

Una ocasión, quise tocarla, sentir más de su pubis, cosa que había cedido a medias otras veces.

Terminando ví  que el preservativo estaba manchado de sangre y parte de su pierna también, esa fue la última vez que estuve con ella. Cínica mente dijo:

- No soy yo, eres tú, creo
- Loca le dije.

Así me desprendí de ella.

jueves, 4 de abril de 2013

Rosario


- Papi, necesito que me hagas un préstamo  aunque sea quinientos pesos, es que acabo de recibir un allamada de El Salvador, donde me pide me presente con urgencia.

Esa vez fue la última que escuché a Rosario.

Le pedí que no me llamara, le dije este número ahora lo anda mi esposa. Discúlpame.

La había encontrado un día, le invité unas cervezas y fuimos al motel.

39 años cumplidos, belleza sudamericana, sonrisa perfecta a medias.

Me estuvo marcando  los cinco días cumplidos, pero yo no quise verle, pues en realidad no me atraía tanto y andaba afiebrado por un contagio de gripa.

La misma situación diez días después, la maldita gripa no quería soltarme.

Quince días después me volvió a llamar, diciendo que quería verme, ya no estaba tan afectado, pero francamente no quería verla. Es simple.

Pero la maldita gripa siguió conmigo tres meses más, y reflexioné si no fue esos besos que recibí de ella, quien a su vez me había comentado andaba resfriada por esos días en que tuvimos el encuentro.

Todo mundo sabe que las damas de compañia no besan en la boca, pero ella si, y eso que en su momento fue el plus de su servicio, fue también una huella indeleble.

No valió la pena el momento, no fue extraordinario, nada fuera de lo ordinario, no me atrapa, pero lo que si me enfada es que su recuerdo permanece en mí, por el maldito virus que se aloja en mis pulmones.

No sé, y con el corazón deseo que no haya adquirido algo más que el virus de influenza de ella, terminaría por pensar que soy tan, pero tan, pero tan pendejo.

 Hoy, luego de escupir, sentí la mirada de Rosario, luce bien, parece que le va mejor que la última vez que me llamó.

Solo le alcé las cejas y ella me devolvió el saludo. Tiene buen aspecto, sus piernas son torneadas, el ombligo es de adolescente. Su mirada propositiva.

Pero pudo más mi coraje, y mi disimulo.

Además, ella ni enterada.

Así feliz, ella, gripiento, yo.

lunes, 1 de abril de 2013

Yesenia



Fue mi alumna de preparatoria, hará unos siete años. Por ese tiempo era exagerada para llamar mi atención hacia sus desplantes, irreverencias y retos que conseguían hacerme perder la razón.

Se juntaba con otras dos, igual de cínicas, pero la más brillante era ella.

Las tareas, las hacían en clase, las de mi materia o las de otras, daba igual. El chiste era poner a prueba la paciencia del maestro, ocupaban el área restringida  reían sonoramente ante la solicitud de silencio, retaban a tomar medidas más drásticas para imponer disciplina.

Para transtornarme no importaba hacer sorna de ellas mismas, denigrándose  jugando con el lenguaje, insinuando comparaciones animales.

Llegó el día en que supliqué, márchense de mi vista, dije. Se me salieron de control, se supone que el juego consistía en saber quien soportaba más a quien, quien resultaba ganador de la prueba: Aguantar las travesuras o aguantar los regaños. Ellas ganaron.

Nunca pedí auxilio con las autoridades, esas están para otra cosa, no avisé a sus padres, era solo un acuerdo  callado entre ellas y yo, al fin, la época de la prepa no duraría para siempre.

En el último año se volvió mi amiga, de esas amigas que jamás creíste, de ser tu enemiga se vuelve tu cómplice, tu aliada, me acompañaba a algunos eventos, me apoyaba en mis sugerencias, aplaudía mis comentarios y encaminaba las simpatías de los demás hacía mi.

Su sonrisa abierta expresa soltura, atrevimiento, libertad.

La relación no pasó de ser un juego, yo la abrazaba amorosamente, ella era cortés.

Me quedaba la duda, ¿regresaría a ser la malcriada que fue?... pero conservaba su falta de seriedad, solo que yo ya no era el destinatario de sus irreverencias.

Luego egresó, y creí que la confianza entre los dos aumentaría. Emigró a una ciudad cercana y, ya no coincidimos en ningún lugar.

La he visto, participa en algunos grupos locales de danza, me ha saludado, parece el tiempo suspendido. Su belleza es insultante.

Ayer  mientras limpiaba el coche, pasó con alguien, me saludó de lejos. No la vi completa, pero tuve el deseo de ir, abrazarla y decirle: "estás bien cogible".

¿Qué me diría?

domingo, 31 de marzo de 2013

Briggite






















Le estuve dando muchas vueltas a la idea, a falta de Alejandra, tuve que elegir a otra;  no quería, porque me había llegado a acostumbrar a su estilo,  tenía su número telefónico y de vez en cuando la visitaba para tener intimidad, me gustaba porque tenía esa belleza de Sudamérica, bien pudiera confundirse con alguna actriz de esas de Univisión.com, pero desapareció. 

-¿Porqué tardaste tanto en entrar?, no te va a pasar nada
- Es que me das miedo, me pongo nervioso
- ¿porqué? si no hago nada, nada que no quieras
- Me pongo nervioso, porque es mi primera vez....
- jajajajaja si claro, 
- mi primera vez contigo. 

Fue un buen desahogo, yo había llegado con los rescoldos de un enojo. Me dijo que se llamaba Brigitte, y ofreció, las veces que quieras de esta forma quitarte el coraje, yo con gusto, anota mi número. Acepté y salí. 

A la semana le hablé, y a la semana siguiente, y así semanalmente. 

Me gustó que se tomase el trabajo en forma relajada, se entregaba sin prendas. Siempre recién bañada. 

Y así, ocupó el lugar de Alejandra, a mi me satisfacía encontrar en ella, el gozo, sin compromiso, el placer sin la preocupación del deber de la reciprocidad. 

Cuando la tomo, pienso, con razón tanto hombre se casa con este tipo de mujeres, son tan experimentadas y dóciles. 

Brigitte había enviudado hace 6 años, tiene 29,  su marido había sido el único dese los trece años,  hasta ese día. Originaria de Guatemala, cinco hijos que alimentar. 

Eso no me gustó, me mortifica esa información. 

No sé donde está, despareció también, será que es la táctica, ir cambiando de destino cada cierto tiempo. ¿Es el movil para no aburrir a la clientela?. 

Una vez le envíe este mensaje. 
- "dónde estás?, necesito que me des una cogidita. 
Me respondió a los quince minutos: - ¿quién eres?
- Soy el que tu buscas, "Eduardo"
- Ah, ok, estaré en el changarro en media hora. 

Una vez concluido el encuentro me dijo: 
- Siempre eres tan malhablado
- si, soy atrevido ¿porqué?
- porque me escribes eso tan pelado....
- qué?
- lo de la cojidita 
- ¿qué tiene?
- Aquí le decimos: Servicio, me puedes escribir: "oye necesito un servicio"
- ¿servicio?... ¡ah puta, ni que fuera taxi!. 

Reímos. 






sábado, 30 de marzo de 2013

Stephanie

Bonita manera de ganar más con el servicio que ofrecen.


La vi una vez, la volví a ver y ya decidí, entré a su cuarto.

Antes me había dicho que cobraba cincuenta pesos... ok. Es la tarifa general, pensé, ya dentro, me dice

- ¿que tipo de servicio va a querer?
-¿que tipo de servicio hay?

me explica,
sexo oral, desnuda, con poses, cada pose 30 pesos, sexo oral 100 pesos, completo doscientos cincuenta pesos.
le ofrezco solo doscientos.
pero una sola pose me dice.
ok, acepto.
me dice que tengo 25 minutos.
yo con menos tengo le respondo.

Me acuesto, se sube, coloca el condón, lo coloca, lo aprieta, lo frota y lo engulle... no sé cuanto tiempo lo hace, pero siento que es poco y muy fuerte.

Se sube, le pido me deje chupar los senos, me indica que no es parte del trato, le insisto y ofrezco terminar luego, (yo ya sé que no demoro mucho, es más no sé porque acepté el negocio, no soy un fornicador de larga duración) niega cortés mente y continua.

-Ud me avisa, yo me detengo
-Ok, yo te digo.
- Ud digame si le sigo, más o cuando quiere pausa.
- Oh.

Disfruto de su belleza, pequeña, muy delgada, joven, tierna, maciza.

Se rie, yo también. Pujo, ella mira divertida.

No puedo pensar en algo, solo sé que si me distraigo termino más pronto.

Afuera el sonido de la canción "Si no te hubieras ido, sería tan feliz" del Buki mayor.

Suaves movimientos, delicados, yo, como había anticipado, pujo y siento que ya no tengo fuerzas.

Ella espera que yo diga algo, que suspire, respire, suplique, pida, solo alcanzo a morder unas hebras de su cabello  y el pujido final.

-ya!
-ya?; pero si ud, no me dice
-qué?
-pues, que le pare, o me detenga, o.. no sé, solo se queda callado.
- oh. ... pues GRACIAS
- jajajajajaja

Me visto, me acomodo, nos limpiamos. Me acerco a la puerta, le miro esperando me abra.
-  ya se va?
-  pues si, yo quisiera otra vez pero más al ratito, le digo solo para contestar algo
- ora!, - dice sonriente

Salgo con doscientos pesos menos, pensando, ya está, dura poco el gusto, pero ya está.


TE irá mejor sin mi

Que bueno que no te quedaste.... 
el amor que te tuve, 
se pudrió de tanto esperar. 

Podrido ya no nos sirve.